. Se trata de una iniciativa enmarcada en el proyecto Rumbo, organizada por la federación Autismo Andalucía, Autismo Galicia y Federación Catalana de Autismo.

Más de 70 personas con autismo se dan cita en un encuentro colaborativo para dar a conocer su realidad y preferencias e ideales sobre diferentes modelos de vida independiente. Una de las claves de este encuentro es definir cómo es ese modelo y vivienda ideal para las personas con autismo, ya que el proyecto Rumbo promueve la participación activa de las personas autistas para que sean protagonistas de su vida.

Con este objetivo, se organizan dos espacios de diálogo, uno en el que participan personas con autismo con menos necesidades de apoyo y otro, en el que participan familiares de personas autistas con grandes necesidades de apoyo.

Una de las conclusiones a las que llega la mayoría de participantes (72 por ciento) es la dificultad económica para acceder a algunos de los modelos planteados. En esta línea, el 80 por ciento prefiere vivir en casas antes que, en pisos. El 83 por ciento, desearía vivir cerca de zonas para pasear o relajarse y en relación al apoyo para tareas y gestiones domésticas, al 61 por cierto les gustaría contar con ello, y el 89 por ciento afirma necesitar algún tipo de apoyo (puntual o diario).

Vivir en Familia

Con respecto a los diferentes modelos planteados “Vivir en Familia” es la opción mayoritariamente elegida. Los participantes que prefieren esta opción eligen vivir con parientes o vivir en pareja. En general, valoran la proximidad a los recursos, tener zonas tranquilas con acceso a transporte público y aparcamiento, casas seguras y con mascotas y contar con apoyo de familiares o puntual de profesionales.

Vivir sin compañía

La segunda opción elegida es “Vivir sin compañía”, que resalta el deseo de independencia de las personas autistas. En general, les gustaría un piso o casa sensorialmente amigable, fácil de limpiar, con posibilidad de tener mascotas y espacios para sus intereses. Prefieren la ciudad, cerca de recursos que les interesan. El único apoyo para su autonomía sería contar con un servicio de limpieza, y apoyo doméstico puntual del entorno o de un asistente personal.

Vivir en piso compartido

Los participantes del encuentro “El hogar que quiero” han elegido en tercer lugar la opción “Vivir en piso compartido”. A este grupo le gustaría vivir con amistades, personas con sus mismos intereses u otras personas autistas. Muestran preferencia por una casa en la ciudad, con proximidad al centro de estudios o trabajo y a espacios para el ocio. Contar con servicios de limpieza y lavandería y apoyo puntual del entorno en distintos ámbitos.

Vivir en cohousing

La opción “Vivir en cohousing” es menos conocida por los participantes, aunque les resultó de interés. En general, se decantan por cohousing de 15 viviendas o menos. Convivencia con su familia (padres o pareja). Casas con baño privado y servicio de limpieza.  Zonas tranquilas, pero con transporte público. Posibilidad de jardín o huerto y zonas multifuncionales.  Proximidad a actividades del ocio y de deporte. Apoyo puntual de su entorno o de profesionales. 

Vivir en residencia

Las personas autistas con mayor nivel de autonomía no eligen “Vivir en residencia”, sin embargo, las familias de personas diagnosticadas con grado 3 comentaron sus preferencias por este modelo, ya que cuentan con personal formado y plantilla estable. Eligen residencias especializadas en TEA, no de discapacidad genérica, que dispongan de espacios inclusivos y fomenten la autonomía. También valoran que sean residencias pequeñas o medianas, situadas cerca de los recursos, con diseño amigable sensorialmente y que respete la privacidad. Para este grupo de participantes es importante también los apoyos continuos en diferentes aspectos (laboral, doméstico, de salud). Además, destacan la dificultad actual de acceder a este recurso por los elevados costes y las listas de espera.

La participación de las personas con autismo y sus familias en este estudio no solo enriquece los servicios en sí mismos, sino que también fortalece el tejido social al reconocer y valorar la diversidad que presentan las personas, siendo esencial para garantizar que las necesidades sean abordadas de manera eficiente.

El análisis de estos datos servirá para la elaboración de un catálogo de servicios y un modelo de vida independiente para las personas autistas, basado en sus preferencias e ideales sobre este ámbito.

El Proyecto RUMBO: hacia un modelo de autonomía personal conectada e inclusiva’. Este proyecto es una colaboración entre 22 entidades del Tercer Sector de la Discapacidad, incluyendo a Autismo Andalucía, y se extiende a través de cinco comunidades autónomas. Financiado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España y los fondos NextGenerationEU de la Unión Europea, el proyecto RUMBO tiene como principal objetivo fomentar la autonomía personal y la vida independiente de personas con discapacidad, especialmente aquellas con mayores necesidades de apoyo.