¿Por qué es necesario un protocolo sobre salud?

Las personas con autismo pueden tener dificultades para entender el mundo, que hagan que se relacionen, se comuniquen y reaccionen ante el entorno de una forma diferente. A pesar de que tienen los mismos derechos que el resto de la ciudadanía, actualmente muchas personas autistas tienen problemas para cuidar de su salud y acudir a los servicios médicos.

La Consejería de Salud y Consumo y la federación Autismo Andalucía han trabajado en un protocolo para garantizar que las personas con autismo y sus familias puedan usar mejor los servicios públicos de salud. Se trata de facilitar el acceso del colectivo en igualdad, a través de la implantación de unas sencillas medidas en sus visitas a las consultas del centro de salud y del hospital, a urgencias, al dentista, entre otros. 

Te lo contamos en este video Si eres profesional de la salud y trabajas en el servicio de urgencia, puede interesarte:

¿ Qué se quiere conseguir con este protocolo?

¿Qué medidas recoge este protocolo?

Entre otras medidas, el protocolo para que las personas con autismo puedan usar mejor el sistema sanitario público de Andalucía incluye recomendaciones para preparar la visita y también pautas para cuando se acude a la consulta. A modo de resumen:

Antes de la visita

Las personas con autismo, sus familias o cuidadores pueden preparar y anticipar lo que les va a pasar cuando acudan a la consulta. Para ello se pueden realizar simulacros, visitas para acostumbrase poco a poco a la consulta, utilizar apoyos visuales o que los profesionales sanitarios se identifiquen antes con su foto.

También se puede hacer una entrevista entre personal sanitario y personas con autismo, acompañantes o familiares antes de la visita, para conocer en qué puede necesitar ayuda, así como acordar horarios para la cita.

Se evitarán los desplazamientos, por ejemplo, agrupando las pruebas en una sola cita o se ofrecerán otras alternativas  a través del uso de  las nuevas tecnologías, tales como, consultas virtuales, por teléfono, etc.

Los lugares para la espera deben ser tranquilos y tener pocos estímulos sensoriales.

Durante la consulta

Al llegar al centro hospitalario, la persona con autismo puede identificarse para que sea atendida según este protocolo.  

Las personas con TEA tienen especiales dificultades con las esperas. Para evitar situaciones estresantes este protocolo recomienda ajustar los tiempos a las citas para que no tengan que esperar turno, incluso que puedan entrar antes a la consulta, si así lo necesitan.

Durante la consulta se les permitirá estar acompañado de sus familiares, así como que permanezcan en un entorno tranquilo, y con pocos estímulos sensoriales.

Otra medida que se refleja en este protocolo es que participe el menor número de profesionales e incluso se puede nombrar a una persona de referencia para que se coordine con el resto de profesionales sanitarios. Que participen el menor número de profesionales posible.

 

Servicios de Urgencia

Dadas las situaciones que experimentan muchas personas con autismo al llegar a urgencias y, teniendo en cuenta que visitan las urgencias con mayor frecuencia que la población general, estas propuestas pueden ayudar al personal y profesional de los servicios de urgencias sanitarios en la atención a los pacientes con autismo. A continuación se detallan algunos puntos claves desde el acceso a los servicios de urgencias hasta su salida.

  1. Acceso en ambulancia. Al realizar la llamada, señalar que se trata de una persona con autismo. Siempre que sea posible durante el traslado del paciente, utilizar únicamente las señales luminosas y/o disminuir la intensidad de las señales sonoras. Siempre que la urgencia lo permita, posibilitar que el paciente realice el traslado en la posición más cómoda (sentado o tendido) y siempre que sea posible facilitar la presencia el acompañante.
  2. Acceso directo al hospital. Si el acceso al hospital se hace por cuenta propia, el personal de seguridad o celador puede ser el primer contacto con el hospital. En muchas ocasiones, serán los acompañantes quienes ofrezcan información sobre las necesidades y tipo de urgencia. En cualquier caso, este personal debe dirigirse con lenguaje claro y sencillo para facilitar la comprensión del paciente.
  3. Triaje. Una vez accede a triaje, puede evaluarse y derivarse, si lo precisa, a la sala de esperas o un lugar poco concurrido. Es fundamental abordar desde la zona de triaje, aspectos como la duración o necesidad de mayor tiempo en la intervención. Los y las profesionales de triaje tendrán en cuenta el tiempo y esfuerzo que va a requerir el paciente con autismo para derivar otros pacientes a distintos profesionales médicos.
  4. Antes de la exploración es recomendable preguntar cómo se comunica generalmente, así como si tiene problemas sensoriales. En la medida de lo posible es recomendable facilitar el acompañamiento.
  5. Durante la exploración es aconsejable dar tiempo a las acciones, evitar preguntas complejas, hacer descanso entre una prueba y otra, la intervención del mínimo personal posible, así como permitir que sujete o examine el equipo. 
  6. Con respecto a las pruebas complementarias, es importante explorar los principales motivos por los que las personas con autismo acuden a urgencias: crisis convulsivas, epilepsia, accidentes, ingestas de productos tóxicos o extraños, otalgias, picaduras, mordeduras, quemaduras, dolores abdominales, diarrea, fiebre, heridas o caídas. Es fundamental que el equipo sanitario que interactúa en el proceso conozca que se trata de un paciente con autismo y la importancia de ir anticipando y describiendo cada paso mediante la utilización o combinación de explicaciones verbales e imágenes.
  7. Si el paciente necesita pasar a la sala de observación o ingreso, es aconsejable reducir al máximo el periodo de permanencia y ajustarse a los tiempos y pruebas necesarias que puedan realizarse sin alternativa desde estas unidades.
  8. La estancia en observación. Es importante designar al personal médico referente que va a intervenir en el ingreso. Si es preciso, solicitar la colaboración del acompañante para elegir, por ejemplo, la cama de observación (alejada de movimiento de pacientes, personal sanitario…)  Facilitar elementos distractores, juegos, aparatos de música, material con el que estén familiarizados y que refuerce positivamente la estancia. Facilitar que él/la acompañante permanezca a su lado durante este proceso.

 

Consulta y descarga el Protocolo completo:

Versión Extendida Versión Facilitada

Conoce más sobre el plan de mejora de atención sanitaria a las personas con autismo aquí

 

 

 

 

logo autismo

CONTACTO

logo hoja

Copyright © 2025 Federación Andaluza de Padres con Hijos con Trastornos del Espectro Autista

Diseño y Programación H-tecnologia | Aviso Legal

Ir al contenido